Desde chica me gustó escribir. Participaba en concursos de escritura porque realmente lo disfrutaba. Coleccionaba poemas, frases y poesías (aún conservo el cuaderno que armé en esos años).
Llegada la adolescencia, esa costumbre se fue silenciando, pero nunca se apagó del todo. Hoy vuelve renovada, ya no desde los cuentos y poemas, sino como una forma de compartir lo que pienso, lo que aprendo y también lo que me pregunto.
Creo que escribir es terapéutico. Nos conecta con lo profundo, nos invita a mirar adentro, a cuestionar y a crecer. Cuando escribo, me leo. Cuando me leo, me entiendo. Y entonces sigo.
¿Para qué escribo? ¿Para quién? A veces siento que escribo para quien me lee. Otras, simplemente porque necesito expresar. Ojalá alguna palabra que encuentres acá te abrace el corazón o te despierte una idea nueva.
Comparto desde lo que sé y desde lo que creo, que no siempre es lo mismo, porque algunas cosas se aprenden con libros y otras con la vida. No vengo a dar verdades, sino a abrir conversaciones.
Gracias por estar acá. Bienvenid@ a este espacio ✨